La locución es empleada por Luis Chamizo en su poema Extremadura: "Y ya a los lubricanos, cuando volvían / alegres y cansinos hacia la aldea, / vio cómo los gañanes se santiguaban / al esquilón del Ángelus, que, de la iglesia, / venía despacito minando el aire / con el caracoleo de las barrenas".
La locución es empleada por Luis Chamizo en su poema Extremadura: "Y ya a los lubricanos, cuando volvían / alegres y cansinos hacia la aldea, / vio cómo los gañanes se santiguaban / al esquilón del Ángelus, que, de la iglesia, / venía despacito minando el aire / con el caracoleo de las barrenas".