[Resumen extraído de la fuente]

Las estelas grabadas del S.O. hispano, cuya datación se puede establecer de forma aproximada hacia mediados del primer milenio antes de Cristo, suelen mostrar, junto con las armas ofensivas y defensivas del guerrero, a veces sumariamente representado, otros útiles que se han venido considerando como elementos de prestigio o símbolos religiosos que apuntan a una vida de ultratumba. Así, por ejemplo, es frecuente hallar en nuestras estelas espejos, peines o pinzas acompañando siempre a elementos bélicos como las espadas, las lanzas, los escudos o los arcos. 

No nos cabe ninguna duda acerca de que estos elementos "espurios" eran considerados elementos de prestigio para un guerrero, pues de lo contrario difícilmente se habrían visto reflejados en esas estelas sobre cuya finalidad exacta se discute pero que, en todo caso, tratan de resalar la personalidad del "héroe" o señor de la guerra. Pero, ¿en función de qué marcaban ese prestigio? No parece difícil contestar que en función del uso que el guerrero, al actuar como tal, hacía de los mismos. Detengámonos, pues, un momento ante ellos.